viernes, septiembre 08, 2006

CONSIDERANCIONES A LA VUELTA DEL TIEMPO

El baloncesto es un deporte apasionante, dinámico y extremadamente complejo. Por todos es sabido que en edades de formación el eje central de todos los entrenamientos es la enseñanza de los fundamentos técnicos y el juego, pero también es conocido que muchas personas que están a cargo de grupos de formación se dedican a implementar entrenamientos con un gran contenido táctico (jugadas, defensas zonales, etc.).

Nadie tiene la verdad absoluta en la enseñanza de este deporte, pero sí hay algo que todos los entrenadores de éxito tienen y es que poseen excelentes jugadores en sus equipos, creo que por ahí pasan los cuestionamientos de los entrenadores en etapas de formación.

¿Deseamos armar buenos equipos o desarrollar buenos jugadores?

Nuestro propósito o nuestra función pasa por mejorar a todos nuestros jugadores y de esta manera mejorar el equipo, sabemos que no todos podrán ser excelentes jugadores pero si que todos podrán intentar lograr ser mejores cada día y ver hasta donde pueden llegar.

Es común observar como equipos de formación desarrollan un juego ofensivo estático plagado de sistemas o movimientos preestablecidos (aspecto este que no es mi intención debatir) pero en la observación del juego se notan carencias notorias en la técnica, en la ocupación de espacios, en la lateralidad, etc. Si los jugadores sólo saben ejecutar aquello que el entrenador les ha dicho, si no tienen la suficiente capacidad para resolver los imprevistos del juego, entonces nos hemos limitado a entrenar y no les hemos enseñado a jugar a baloncesto.

Considero que el baloncesto no es un deporte cualquiera, para jugarlo bien se necesita desarrollar una gran condición técnica (se pretende jugarlo a mayor intensidad), una excelente capacidad física (cada vez es más dinámico) y también se debe poseer un profundo conocimiento del mismo más un equilibrio emocional que permita al gran jugador tomar la decisión correcta en el momento apropiado.

Muchas veces esperamos el ejercicio salvador que nos solucione los problemas o el movimiento mágico que nos llene de satisfacciones, yo creo que en cada uno de nosotros está la solución a nuestros problemas, sólo tenemos que buscarla.

Es importante aprender a encontrar soluciones simples para los problemas difíciles. Todos trabajamos en condiciones distintas, con grupos diferentes pero todos trabajamos en el baloncesto de formación y todos tendríamos que poseer el mismo propósito que es educar a través del baloncesto.

Sé que todos los entrenadores buscan ganar pero ése no es el problema central, sino la forma en la que se desarrolla el juego.

Sé que hay condicionantes muy fuertes: condiciones de trabajo, el tiempo que se dedica al entrenamiento, los problemas escolares de los jugadores que determinan en mayor o menor medida la cantidad de logros a alcanzar, pero si somos buenos entrenadores también debemos encontrar las soluciones a todos estos inconvenientes y convertirnos en una fuerza motivadora para los chicos en búsqueda de la mejora.



Lucas Fernández Peces
ENTRENADOR SUPERIOR DE BALONCESTO

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